El 2026 se presenta como un umbral complejo. A nivel mundial, las estructuras que conocíamos parecen reconfigurarse a una velocidad vertiginosa; a nivel nacional, los venezolanos enfrentamos una incertidumbre que nos toca el bolsillo, el hogar, la piel. Sin embargo, recordar que no tenemos el control sobre el viento, pero sí sobre nuestras velas, es lo que nos permitirá transitar este año con dignidad y esperanza. No controlamos el destino final , pero sí el paso que damos hoy.
Decálogo para recibir lo inesperado
1) Dar la bienvenida a lo que llega. El primer paso para no ser arrollados por el cambio es dejar de resistirnos a su existencia. Aceptar la realidad no es rendirse, es ganar la claridad necesaria para actuar.
¿Qué ganarías hoy si dejaras de pelear contra lo que no puedes cambiar?
2) Hacer de la flexibilidad nuestra mayor fortaleza. En tiempos de estructuras frágiles, los que sobreviven son los que saben doblarse sin romperse. La rigidez es el camino más corto hacia la frustración.
¿Qué parte de tus planes estás dispuesto a transformar si el entorno lo exige?
3) Distinguir entre preocupación y ocupación. La incertidumbre se alimenta de los «qué pasaría si…». Dirige tu energía solo a aquello donde tus manos sí tienen influencia directa.
¿En qué porcentaje de tus preocupaciones actuales tienes realmente el poder de actuar?
4 )Habitar el presente como único suelo firme. El 2026 se construye día a día. Cuando el futuro se vea borroso, regresa tu mirada a lo que tienes frente a ti en este preciso instante.
¿Estás dejando que el miedo al mañana te robe la paz que tienes hoy?
5) Reconocer la impermanencia de las crisis. Ninguna tormenta es eterna, aunque desde el centro de la lluvia parezca que nunca escampará. Todo estado es transitorio.
¿Cuántas veces antes has creído que no podías y, sin embargo, lograste salir adelante?
6) Fortalecer el refugio de los vínculos. La incertidumbre es más pesada cuando se carga en soledad. En lo local, en lo cercano, en el abrazo y la colaboración con el otro está nuestra verdadera seguridad.
¿A quién puedes ofrecerle hoy un poco de certeza y quién es tu apoyo en la duda?
7) Cuidar la salud del pensamiento. En un año de ruidos y alarmas, proteger lo que dejamos entrar a nuestra mente es un acto de supervivencia. Filtra la información, busca la verdad, evita el caos innecesario.
¿Qué voces estás escuchando: las que te dan herramientas o las que solo te generan pánico?
8) Renunciar al control de lo ajeno. No podemos manejar los hilos del mundo ni las decisiones externas, pero somos dueños absolutos de nuestra respuesta ante ellas.
¿Cuánto espacio le estás dando en tu corazón a cosas que no dependen de ti?
9 )Cultivar la confianza en la propia resiliencia. Tienes una historia de superación que te respalda. Esa capacidad de adaptación es tu activo más valioso para lo que venga.
¿Qué habilidades has desarrollado en años anteriores que hoy son tu mejor escudo?
10) Mirar de frente al cambio con coraje. La incertidumbre no es solo una amenaza, es también el espacio donde nacen nuevas posibilidades. No apartes la mirada; atraviésala.
¿Y si lo que viene no solo trae retos, sino también la oportunidad de ser alguien más fuerte?
Feliz año nuevo 2026
Roy J Rizo D’Arthenay
Business Coach
