
En el mundo actual, la velocidad parece ser la única constante. Las organizaciones avanzan a ritmo frenético, movidas por la presión de los resultados inmediatos, los indicadores financieros y las potenciales amenazas de la competencia. En este contexto, muchos líderes operan en automático, guiados por la urgencia de las tareas y los objetivos, dejando poco espacio para la pausa y la reflexión.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando un líder se atreve a cuestionar sus propios procedimientos? ¿Qué sucede cuando, en lugar de dejarse llevar por la inercia, decide observar con detenimiento su estilo de liderazgo, su impacto y sus verdaderas motivaciones?
Un líder efectivo no es aquel que simplemente alcanza metas, sino quien desarrolla una autoconciencia profunda de sus actos y de su influencia en los demás. Este líder no teme a la duda; por el contrario, la utiliza como herramienta para mejorar, para desafiar sus propias certezas y para construir desde la autenticidad.
¿Qué preguntas debería hacerse un líder hoy?
– ¿Estoy liderando desde un propósito , un sentido … o desde la urgencia del día a día?
– ¿Mis decisiones consideran a todos los actores del ecosistema, o solo busco el beneficio unilateral de mi área o mi empresa?
– ¿Cuándo fue la última vez que me detuve a pensar en el propósito de lo que hago, más allá de los números y los resultados inmediatos?
– ¿Cómo impacta mi estilo de liderazgo en la cultura dinámica del entorno ? ¿Estoy abierto a aprender de otras generaciones?
– ¿Estoy creando condiciones para una verdadera sustentabilidad de la organizacion?
De la inmediatez al propósito
Liderar en automático puede ser tentador, pero también riesgoso. Nos aleja de la capacidad de ver el bosque completo, de entender que somos parte de un ecosistema donde cada decisión afecta a múltiples stakeholders: colaboradores, clientes, proveedores, comunidades y el entorno.
El verdadero reto para los líderes de hoy no es solo alcanzar objetivos, sino hacerlo de manera consciente, sostenible y ética. Es tener la valentía de hacerse preguntas incómodas, de dudar de los propios métodos y de buscar siempre un impacto positivo y duradero.
Porque, al final, liderar no es solo avanzar, sino saber hacia dónde y para qué lo hacemos.
- ¿Y tú, qué preguntas te haces como líder?
- ¿Te atreves a dudar para crecer?
ROY J RIZO D’ARTHENAY
Business Coach

