El arte escondido en la tragedia: ¿lo puedes ver?

Mira esta ilustración sobre Gaza. ¿Notas algo familiar? Te reto a encontrar dos obras maestras del arte universal escondidas entre los escombros y la destrucción.

Si miraste con atención, habrás descubierto «El Grito» de Edvard Munch (1893) en ese rostro aterrorizado formado por ruinas, con sus ojos desorbitados y boca abierta en un alarido silencioso. Y también «El Pensador» de Auguste Rodin (1902) en la estructura y postura de esta figura que emerge del caos.

¡Qué brillante forma de conectar lo aparentemente inconexo! El artista Emad Hajjaj usa el pensamiento divergente para transformar iconos artísticos en un comentario sobre nuestro tiempo. Mientras unos gritan de horror, otros simplemente piensan sin actuar.

Es irónico que los humanos, supuestamente los seres más inteligentes del planeta, necesitemos recordatorios como este. La verdadera inteligencia no está en crear destrucción sino en usar nuestra capacidad de pensar —como El Pensador nos recuerda— para encontrar caminos hacia la paz.

Quizás sea hora de que dejemos de gritar y comencemos a pensar más profundamente sobre cómo ser verdaderamente humanos.

Roy J Rizo D’Arthenay

Business Coach

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