A la Víspera del Umbral de la Tercera

Reflexiones ante el umbral de los 60 años

23 de marzo del 2025

Hoy, a un día de cumplir 59 años, me encuentro en la antesala de lo que tradicionalmente llamamos «tercera edad». A tan solo 365 días de cruzar ese umbral simbólico de los 60, me detengo a contemplar el fascinante paralelo entre las etapas de la vida humana y la transformación que experimentamos al nacer.

El Ciclo Vital: Tres Grandes Transiciones

Así como el feto en el vientre materno desconoce por completo la existencia del mundo exterior al que está destinado, quizás nosotros, en la madurez, también ignoramos la verdadera naturaleza de esta nueva etapa que se aproxima. El feto vive en un entorno protegido, con limitada independencia pero total interdependencia a través del cordón umbilical que lo conecta a su madre. Su universo es pequeño, cálido y seguro.

Al nacer, experimentamos nuestra primera gran transición: comenzamos a ver, oír y alimentarnos por nosotros mismos. Aprendemos a caminar, hablar, relacionarnos y desarrollar pensamientos propios. Sin embargo, la interdependencia no desaparece, simplemente se transforma. El cordón umbilical biológico se corta, pero se establecen nuevos vínculos de dependencia con nuestro entorno familiar y social.

En la segunda etapa, la madurez, alcanzamos mayor autonomía pero seguimos inmersos en un sistema de interdependencia económica y social. Nos adaptamos a estructuras y dinámicas que nos permiten obtener sustento y construir nuestra vida.

El Umbral de la Tercera: Un Nuevo Nacimiento

Ahora, ante el umbral de la tercera etapa, me pregunto: ¿Qué mundo desconocido me espera? Esta etapa, caracterizada por procesos biológicos degenerativos, nos plantea un desafío fundamental: fortalecer simultáneamente nuestra interdependencia y nuestra autonomía.

La vejez funcional requiere un delicado equilibrio. Por un lado, debemos reconocer y aceptar nuestra creciente necesidad de apoyo en ciertos aspectos; por otro, resulta vital mantener y cultivar nuestra independencia en aquellas áreas donde aún podemos ejercerla plenamente.

La Sabiduría del Equilibrio

Quizás la clave de esta transición sea comprender que, así como el recién nacido no regresa al vientre materno ante las dificultades del mundo exterior, nosotros tampoco debemos resistirnos a esta nueva etapa. En lugar de ello, podemos abrazarla como una oportunidad de descubrimiento y crecimiento.

La tercera edad puede representar un nuevo nacimiento: la posibilidad de ver el mundo con ojos renovados, de establecer relaciones más auténticas y de alcanzar una sabiduría que solo el tiempo y la experiencia pueden otorgar.

En esta víspera de mi 59° aniversario, me preparo no solo para envejecer, sino para evolucionar. Porque envejecer es inevitable, pero evolucionar es una elección. Y ante el umbral de la tercera, elijo transformar cada limitación en una oportunidad para profundizar en mi humanidad y en mi conexión con los demás.

La vida, en su infinita sabiduría, nos prepara para cada transición. Así como el feto desarrolla pulmones antes de necesitar respirar, quizás nosotros estamos desarrollando capacidades que solo comprenderemos plenamente cuando crucemos este nuevo umbral.

Roy J. Rizo d’Arthenay
23 de marzo de 2025

Decálogo de Preguntas Desafiantes

Tu equipo se resiste a cualquier cambio estratégico.

 ¿Cómo superar esta resistencia?

En el mundo empresarial actual, la capacidad de adaptarse a cambios estratégicos es crucial para el éxito y la sostenibilidad. Sin embargo, es común que los equipos enfrenten resistencia ante cualquier modificación en su rutina o en la dirección de la organización. Esta resistencia puede ser un obstáculo significativo que impide el crecimiento y la innovación. Para superar esta barrera, es fundamental fomentar una cultura de apertura y reflexión. A continuación, se presenta un decálogo de preguntas desafiantes que invitan a la introspección y al diálogo, ayudando a los líderes a navegar por el proceso de cambio y a motivar a sus equipos a abrazar nuevas oportunidades.

Decálogo de Preguntas Desafiantes

  1. ¿Qué oportunidades pueden surgir si decido salir de mi zona de confort?
  2. ¿Qué miedos me están impidiendo avanzar hacia el cambio?
  3. ¿Cómo afectará mi decisión actual a mi futuro y al de los demás?
  4. ¿Qué aprendizajes puedo obtener de los fracasos pasados relacionados con el cambio?
  5. ¿Qué ventajas competitivas podría ganar al adoptar nuevas formas de pensar?
  6. ¿Cómo puedo transformar la resistencia en motivación para el cambio?
  7. ¿Qué consecuencias tendrá permanecer en el status quo a largo plazo?
  8. ¿Qué valores fundamentales se verían comprometidos si elijo no cambiar?
  9. ¿Cómo puedo involucrar a otros en el proceso de cambio para que se sientan parte de la transformación?
  10. ¿Qué legado deseo dejar y cómo el cambio puede contribuir a ello?

«El cambio es el puente que conecta la incertidumbre del presente con las posibilidades del futuro; cruzarlo es un acto de valentía.»

Roy J. Rizo D’Arthenay Business Coach y Experto en Marketing farmacéutico

La arrogancia da las cartas, exige respeto y gratitud:  análisis de un diálogo más allá de la polémica


El 28 de febrero de 2025, el expresidente Donald Trump y el presidente de Ucrania protagonizaron un enfrentamiento que ilustra la dinámica de la arrogancia en la política. Friedrich Nietzsche, en Más allá del bien y del mal, describe la arrogancia como una expresión de la voluntad de poder, una herramienta para imponer control y superioridad. La exigencia de respeto y gratitud, como se evidenció en el evento, es una contradicción en sí misma. Immanuel Kant sostiene que el respeto es un deber moral que surge del reconocimiento de la dignidad humana, no de la coerción. La gratitud, por su parte, es un sentimiento espontáneo que pierde su esencia cuando se convierte en obligación.
Søren Kierkegaard, por su parte, afirma que la verdad no puede ser impuesta, sino que debe descubrirse a través del diálogo y la reflexión.
La percepción de las cartas
La arrogancia puede pensar que está repartiendo las cartas, pero en realidad es la percepción individual la que determina cómo se interpretan esas cartas. Cada observador, con su propia subjetividad, ve las cartas de manera distinta, moldeadas por sus experiencias, valores y contextos únicos.
En un mundo de percepciones interpretativas, la arrogancia no puede controlar cómo se visualizan las cartas, solo puede intentar imponer su visión. Sin embargo, esta imposición distorsiona las relaciones  y obstaculiza la búsqueda de la verdad.
La arrogancia puede dar las cartas, pero nunca ganará el respeto y la gratitud. Estos valores se construyen con humildad, autenticidad y reconocimiento mutuo, no con exigencias.
En un mundo cada vez más polarizado, esta lección es más relevante que nunca. La verdadera fuerza no está en repartir cartas, sino en reconocer que cada quien tiene su propio juego y su propia historia, y que las cartas se interpretan desde la riqueza de la experiencia humana.
Roy J Rizo D’Arthenay
Business Coach