A veces MOSAICO, A VECES collage, al rato asonante, al tanto consonante, y puede que una u otra vez disonante. Pensamientos propios en la imperfección de un aprendiz de la vida, en busca de su DEVENIR, de su METANOIA en pro de ofrecer la mejor versión de sí mismo. Con una rigurosa línea de coherencia y contradicción. Esta última esencial para sentirnos activamente vivos y en procesos de cambios frecuentes y permanentes.
Roberta Flack: La intérprete de «Killing Me Softly with His Song»
Crecí en una generación que escuchó a Roberta Flack, una artista que con su voz suave y letras profundas tocaba nuestras almas. Su éxito de los años 70 marcó una era donde la música era poesía, sensibilidad y conexión humana.
Hoy, me preocupa el futuro. Vivimos en un mundo donde artistas como Bad Bunny, 6ix9ine, Lil Pump y Blueface dominan las listas con letras vulgares, superficiales y frías. Estamos quedándonos sin románticos, sin poesía, sin esa música que toca el corazón.Roberta nos enseñó que la música debe ser siempre arte, un arte sensible, aunque el mundo parezca olvidarlo. Su legado es un recordatorio de que aún podemos buscar lo sublime en medio de lo trivial.
Descansa en paz, Roberta. Gracias por mostrarnos que la música puede transformar corazones.
La paradoja del color y la polarización: una reflexión sobre los matices perdidos…
En un mundo donde la polarización se ha convertido en el pan de cada día, donde las redes sociales y los medios de comunicación nos empujan constantemente hacia los extremos del «conmigo o contra mí», existe una verdad enológica fascinante que nos sirve de metáfora perfecta: todos los vinos nacen blancos. La Verdad Oculta del Vino Pocos conocen que el jugo de prácticamente todas las uvas, incluso las que producirán los más intensos vinos tintos, es inicialmente incoloro o de un tenue color verdoso. El color que asociamos con los diferentes vinos -desde los rubíes profundos hasta los dorados intensos- es el resultado de decisiones humanas en el proceso de vinificación. El color del vino tinto surge del contacto prolongado del mosto con los hollejos (la piel de la uva) durante la fermentación. Es una decisión deliberada del enólogo mantener las pieles en contacto con el jugo, permitiendo que los antocianos y taninos migren al líquido, transformando su color y estructura. Sin esta intervención, tendríamos solo vinos blancos. La Analogía con Nuestra Sociedad Esta realidad del vino nos ofrece una poderosa metáfora sobre cómo construimos artificialmente las polarizaciones en nuestra sociedad: 1. La Naturaleza de los Matices – Así como el vino naturalmente no busca ser «blanco o tinto», las posturas humanas raramente son binarias en su estado natural. – La complejidad y los matices son el estado natural de las cosas, no la excepción. 2. La Construcción de la Polarización – Al igual que el color del vino tinto es una decisión humana, la polarización es una construcción social. – Elegimos «teñir» nuestras opiniones y posturas de extremos, cuando la realidad es mucho más sutil. 3. El Proceso de Transformación – Como el enólogo que decide cuánto tiempo dejar los hollejos en contacto con el mosto, nosotros decidimos cuánto permitimos que las influencias externas «tiñan» nuestras perspectivas. – La intensidad de nuestras posiciones, como el color del vino, es frecuentemente el resultado de una exposición prolongada a factores externos. La Paradoja de la Elección En la enología, la decisión de hacer un vino tinto no es mejor ni peor que la de hacer uno blanco; es simplemente una elección que responde a diferentes propósitos y preferencias. Sin embargo, en nuestra sociedad, hemos desarrollado una adicción a la polarización que nos empobrece: – Reducimos debates complejos a simples «sí» o «no» – Convertimos matices en absolutos – Transformamos diferencias de opinión en antagonismos irreconciliables El Camino hacia la Comprensión Entender que todos los vinos nacen blancos nos invita a reflexionar sobre cómo nosotros, al igual que los enólogos, tenemos la capacidad de elegir: – Podemos reconocer los matices en lugar de forzar la polarización – Podemos apreciar la complejidad en lugar de buscar la simplicidad artificial – Podemos entender que las posiciones extremas, como los colores intensos del vino, son construcciones y no verdades absolutas En un mundo que parece obsesionado con los extremos, recordar que todos los vinos nacen blancos nos ofrece una lección valiosa: la polarización no es un estado natural, sino una elección. Así como el enólogo decide conscientemente el destino de su vino, nosotros podemos elegir buscar y apreciar los matices en nuestras interacciones y debates, enriqueciendo así nuestra comprensión del mundo y de los demás. La próxima vez que nos encontremos tentados a ver el mundo en blanco y negro, recordemos que incluso en el vino, ese aparente mundo dicotómico de blancos y tintos, la realidad es mucho más sutil y rica en matices de lo que parece a primera vista. Roy J Rizo D’Arthenay Business Coach (Egresado III Cohorte del Diplomado en Cultura Vino y Spirits, Universidad Metropolitana)