
1. Prefiere la amabilidad a tener la razón.
En situaciones de conflicto, es fácil caer en la trampa de querer demostrar que uno tiene la razón. Sin embargo, elegir la amabilidad no solo suaviza la tensión, sino que también fomenta un ambiente de respeto y comprensión.
2. La empatía requiere radicalidad y bordeará lo sublime.
Si la empatía te parece inalcanzable, recuerda el primer punto (Prefiere la amabilidad a tener la razón) Ser empático implica un esfuerzo consciente y profundo para entender al otro, incluso cuando sus opiniones son diametralmente opuestas a las tuyas.
3. Sé perspicaz, especialmente con tus propios sesgos.
Genera tu propia opinión y evita ser un borrego. La autoconciencia es clave para no dejarse llevar por las corrientes de pensamiento del grupo. Cuestiona tus creencias y busca la verdad más allá de lo que te han enseñado.
4. Escucha y observa al otro como legítimo.
Reconoce la validez del otro, aunque su verbo sea antónimo al tuyo. La verdadera comunicación comienza cuando estamos dispuestos a escuchar con atención y respeto, incluso en desacuerdo.
5. Revisa tu emoción y estado de ánimo antes de juzgar el de los otros.
La autogestión emocional es crucial. Antes de reaccionar, tómate un momento para reflexionar sobre cómo te sientes y cómo eso puede influir en tu percepción de la situación.
6. La ética será el equilibrio y el límite de toda interacción. Mantén siempre un marco ético en tus relaciones. Esto no solo protege tus valores, sino que también establece un estándar de respeto y honestidad en las interacciones.
7. Aléjate, protégete, suelta.
Recuerda que la salud mental requiere de higiene. A veces, es necesario distanciarse de situaciones potencialmente tóxicas para cuidar de uno mismo. Permítete soltar lo que no te sirve y busca espacios de tranquilidad.
8. Guarda silencios de palabras y pensamientos.
Practica el reseteo con frecuencia. El silencio ofrece un espacio para la reflexión y la claridad. Pregúntate: ¿qué es lo que realmente quiero decir o pensar? Este ejercicio te ayudará a encontrar paz interna.
9. Reza o conéctate con algo más grande que tú.
Pide iluminación para aceptar o no aceptar lo que te rodea. Esta conexión puede ofrecerte una perspectiva más amplia y la fortaleza para enfrentar los desafíos con serenidad.
10. Piensa en tu brevedad y en tu única certeza: vas a morir, y no sabes cundo . Imagina qué dirá tu epitafio. Esta reflexión te ayudará a priorizar lo que realmente importa en la vida y a actuar con propósito, dejando tu legado.. .
Este decálogo no solo es una guía para navegar momentos difíciles, sino un recordatorio de que, en medio de la confrontación, siempre hay espacio para la compasión, la reflexión y el crecimiento personal.
Roy J Rizo D’Arthenay
Coach Business
