8 tips para el #liderazgo, inspirado desde el desempeño del director de orquesta.


1)El director comienza con una gran partitura. Los directores tienen un plan. Comienzan con una partitura musical y una idea clara de cómo debe sonar. Solo entonces intentan recrear en tiempo real su “visión” musical.
2)El director recluta a los mejores musicos. Los grandes directores atraen a los grandes intérpretes. Los directores promedio atraen a personas promedios. Los mejores músicos quieren trabajar para los mejores directores. Igual atrae a igual.
3)El director es visible, para que todos puedan verlo. El director se para en una plataforma, para que todos los miembros de la orquesta puedan verlo. Esta es la única forma en que la orquesta puede permanecer alineada, con cada participante comenzando y deteniéndose en el momento apropiado.
4)El director conduce con su corazón. Grandes directores son arrastrados por la música. Son apasionados. No solo ejecutan con la razón y la lógica ; también actúan con el corazón. Puedes verse en su rostro. Puedes sentirlo en su movimiento. Están completamente presentes y «ofreciendo su máximo  nivel».
5)El director DELEGA y se enfoca en lo que solo él puede hacer. El director no lo hace todo. Él no vende las entradas. No participa (normalmente) en las preliminares. Ni siquiera se asegura de que la orquesta esté afinada. Se queda fuera del escenario hasta que llega el momento de hacer lo que solo él puede hacer: liderar.
6)El director es plenamente consciente de sus gestos y de su impacto. Un conductor no puede permitirse el lujo de hacer un gesto involuntario. Todo significa algo. El movimiento de la muñeca, el levantamiento de una ceja y el cierre de los ojos, todos tienen significado. Un buen director de orquesta no puede darse el lujo de ser descuidado con su comportamiento público.
7)El director se mantiene de espaldas al público. Los directores son conscientes de la audiencia, pero su atención se centra en los músicos y en su actuación. La única vez que el director se detiene para saludar a la audiencia es antes de que comience la interpretación y después de que termine. Aparte de eso, se centra en ofrecer una actuación sobresaliente.
8)El director comparte el centro de atención. Cuando termina el concierto, y la audiencia está aplaudiendo, el director se vuelve hacia la audiencia y hace una reverencia. Un buen director se dirige inmediatamente a la orquesta y los invita a ponerse de pie y hacer una reverencia también. Comparte la gloria con sus compañeros, dándose cuenta de que sin ellos la música no sería posible.

Preguntas: ¿Cómo se vincula  estos 8 elementos con tu gestión de liderazgo? ¿Qué más podemos aprender de los directores de orquesta ?
Roy J Rizo D’Arthenay
Business Coach

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